¿La desconexión digital es un derecho laboral?

La desconexión digital, también conocida como «desconexión digital» o «apagón digital», se refiere a la práctica de desconectar o limitar el uso de dispositivos electrónicos, especialmente dispositivos conectados a Internet, con el objetivo de descansar mentalmente, reducir el estrés y fomentar una mayor conciencia del entorno físico y las interacciones personales.

Partiendo de esta premisa, recientemente un juez ha decretado que la «desconexión digital» no es un derecho fundamental. Parece ser que un teletrabajador exigió una indemnización de 120.000 euros a su empresa por haber vulnerado su derecho a la desconexión digital.

El juez determina que no hay pruebas para poder determinar que ha existido una excesiva carga laboral que haya afectado a la salud del trabajador. Aunque el empleado presentó que recibía más de 2000 correos fuera del horario laboral. Esto añadió el empleado que le causava estrés y ansiedad.

El juez le concedió una suma de 14.800 euros por incumplimiento de obligaciones por parte de la empresa. Pero no por el tema de desconexión laboral, alegando que no se recoge como un derecho constitucional aunque en Europa sí está reconocido.

Se ha demostrado que establecer límites en el uso de dispositivos puede aumentar la productividad al reducir las distracciones digitales.

Por eso, algunas organizaciones implementan políticas formales que establecen períodos específicos en los que los empleados no están obligados a responder correos electrónicos u otras comunicaciones relacionadas con el trabajo.